lunes, 14 de junio de 2010

una semana para no hacer nada

6 cds de música, 1 película, 2 documentales y estar a punto de comprar un iPad es lo que necesitaba esta mañana para acercarme a mí mismo, bajar peso, eliminar calorías, pensamientos impuros, léxico, sombras, silencio. Estoy de vacaciones. Estar de vacaciones no implica irse de vacaciones, sólo es un estado temporal, un paréntesis, un capítulo siete, estar de vacaciones me sirve para recuperarme a mí mismo, para buscarme y verme por ese pequeño agujero que es el no hacer nada y tomar el sol. Me basta cerrar os ojos para deshacerlo todo y recomenzar. Chanclas, indispensables, chanclas de goma, baratas, pantalones cortos y camisetas rotas. Gafas de sol graduadas, barba. Para estar de vacaciones hay que vestirse correctamente, beber cerveza y rusos blancos por la tarde y luego dormir y follar con jóvenes periodistas y con vecinas que viven solas y con niñas con trenzas que beben té frío y señoras argentinas que nos ponen un café en el bar de siempre y californianas con pecas y gafas de sol para no quemarse la retina porque tienen los ojos tan claros que la luz del sol hiere y duele y deja ciego, y con la morena de enfrente que toma el sol en bolas en su terraza pensando que nadie la ve pero yo la veo. Si no se folla o no se habla de follar, no se está de vacaciones ni se es yo escribiendo. Cuando escribo, tengo que escribir la palabra follar. Conjugar ése verbo en mi vida es fácil y aburrido. Uno a veces no sabe. Me estoy desviando del tema, me estoy desviando del lirismo del principio de este post. No importa, jamás pretendí hacer poesía con esto. Hablemos de mi blog. Aquí se irá escribiendo mi cuarto libro, cuando el segundo no está publicado todavía y el tercero no está terminado, pero casi. Aquí, el cuarto. Poemas, sólo poemas. Juan Bonilla ha escrito un libro muy bueno, se titula Cháchara, y lo publica Renacimiento. El poema Cuanto sé de mí, primer poema del libro, me obligó a comprarlo. Hoy, he estado a punto de comprar un iPad. Salía de la fnac de comprar 6 cds, 1 película y 2 documentales y me he acercado a un applestore (no recuerdo si se llama así seguro) y he visto el iPad y me he puesto a escribir en él y de pronto lo he flipado. Se puede escribir en la pantalla táctil del iPad con la facilidad de un teclado cualquiera, reconoce cada toque, cada toc toc toc toc toc de mis dedos, rápido, suave, escribo párrafos ligeros, finos, táctiles y silenciosos en la pantalla del iPad que me mira fijamente. He probado a leer un libro en el iPad. En un lugar de la mancha de cuyo nombre… y se lee de puta madre, de puta madre, podría buscar otro calificativo, describirlo de otro modo, pero no, se lee tan bien, se pasan las páginas que da gusto, y se puede escribir como si de un ordenador tradicional se tratara. Me he enamorado, he estado a puntito a puntito de comprarlo, pero claro, si me lo compro, qué será de mi MacBook Air? Y de mi iBook G4? Y de mi Vaio? Y de mi iPod touch? Dejaré de follar? Me follaré el iPad? Estar de vacaciones no es irse de vacaciones, irse es la huida y la desconexión, yo no puedo desconectar, me estoy volviendo loco. Es la hora de comer. Una buena comida en vacaciones implica ensalada, paella, pan, vino y postre. Y un café. Gafas de sol graduadas y una rubia con la que pasar la tarde. Lo dicho, aquí caerán poemas, dentro de poco, un poema contra las personas mágicas.


2 comentarios:

  1. No hay 3 SIN 4...y sé lo que me digo.
    Si esperas tantito va a salir en España el iPad mejorado.Ahora dá problemas de transmisión de datos,batería...yo estoy probando a ver si me engancha...te mantendré informado.Esperando tus letras vacacionales!

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  2. Jajajajajajjaja!!!!!!!
    Esto es sentimiento momentáneo y lo demás son ostias!!!!!!!

    Por cierto Manuel, hay gente que te lee en las sombras, (ha sido de casualidad).

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